Niña perdida..heidi olvidada

Andando descalza por las calles de esa oscura ciudad noto la frialdad de cada una de sus piedras, de ese asfalto que parece arder por cada rueda que pasa a fuerte velocidad pero realmente no es así, es frío, casi tanto como la gente que pasa a tu alrededor sin importarles cómo estás o como esta lo demás.
No es mi sitio, losé, necesito mi aire puro, los saludos de gente que aunque no te caiga bien o te hayan hecho sentir la peor persona del mundo, sabrás que desgraciadamente estarán ahí.
Necesito ese aire al despertar cada mañana que hace empujarme de la cama de un salto y sonreir porque aunque sea una pequeña aldea, es mi aldea y yo su Heidi, si esa niña feliz entre sus montañas, esa niña feliz que no le hace falta pintarse la cara para verse más guapa, porque sus sonrojadas mejillas demuestran su felicidad.
las mismas mejillas que no me sonrojan a mi desde hace tiempo, aquellas que van desvaneciendo según pasan los días y darme cuenta de que este no es mi lugar y mucho menos….el niño pastor es para mí.
El tiene su lugar, su gente, su vida, y yo no sabré hacerle feliz. No sabrá comprender las pequeñas cosas que yo no sé y que necesito aprender, no sabrá comprender que soy esa niña de vestido rojo en un cuerpo de mujer. Esa niña que de nada sabe, que de todo quiere saber y que de un poco de cada cosa va aprendiendo, excepto el poder ser una mujer sin alma de niña perdida, valorarse, quererse, aceptarse, buscar su lugar, eso no lo puede aprender….
….andando por las calles camino a casa he podido comprender que la realidad depende de cómo cada persona la mire, de que mi realidad puede cambiar pero no lo voy a hacer porque quiero dejarme llevar….déjate llevar….