martes, 20 de julio de 2010


NO….no necesitaba ningún objeto material por el que poder escucharte.
No… tampoco necesitaba un tesoro entre páginas ni un entredicho que quede en un título de un libro que quien sabe cuándo tendrá un final o un principio.
No…tampoco quiero saber que estás ahí y que esa palabra quede en el aire.
Y¿ que es lo que quiero…?
No lo sé.
Solo me apetece sentir tu aliento en mi nuca.
Mirar las estrellas y enseñarme el camino a seguir.
Que me agarres con tus manitas entre mis dedos y me señales el punto más brillante del cielo.
Escuchar solo nuestra respiración entre las hojas del parque y la luz de las farolas, cuando ya la gente duerme.
Dormir contigo cada noche sin que nos separe la distancia más cercana, que por ahí dicen que se llama pared o simplemente dormir sin pensar en la lejanía de los km que hay hasta tu casa.
Quiero que el título del libro por lejano que parezca, sea tuyo y mío y, entonces ese libro tendrá un principio…pero no un final.
Sí, eso es, eso quiero, quiero soñar que te tengo en un parque, de noche, con estrellas mientras tus manos recorren mis dedos e incluso mi espalda. Que tu respiración está tras mi nuca y me susurras el más sombrío silencio de la noche.
Sí, quiero el silencio de la noche y el ajetreo del día.
Sí, quiero el silencio de tus manos y el ajetreo de tus pestañas.
sí, te quiero a ti.