Como un cigarrillo que se consume sin que nadie pose sus labios sobre él,
como la ligera llama insinuante que consume la vela de la mesita del salón….
Como tantas otras cosas que se consumen con el paso del tiempo,
se ha vuelto a consumir otro año más.
Sin darte cuenta pasa el tiempo entre las cuerdas de tus dedos y así, sin más, has manejado otro año que no volverá.
Bienvenido 2012, este año prometo volver a escribir
aún cuando las insipiraciones sean a las mil y una hora de la noche.